Hace un par de noches tuve un sueño. Soñé con el trasero de una tal disque Kim Kardashian. No supe en ese momento el porqué de ese sueño, lo único que recuerdo es que fue un sueño de esos que llaman mojados. No iba a permitir que esa eyaculada quedara impune, no podía sencillamente lavar mis calzones y hacer como si nada hubiera ocurrido. A la mañana siguiente me vi e la tarea de averiguar quién era esta vieja.
Lo que me causó consternación es haber tenido ese nombre tan preciso grabado en mi mente. Pareciera que algún extraño maleficio me atacó en medio de mis sueños, o por el contrario puede ser el producto de una desordenada combinación de letras que dio como resultado este nombre que empieza con “K”. Pudo haber sido otra persona, Kim Basinger, Katy Perry, Kirsten Dust, o el mismísimo Krusty el payaso, pero no. Tuve precisamente que soñar con una persona que me es totalmente desconocida.
Al dar búsqueda en google aparecieron casi 38 millones de resultados, luego me busque a mí mismo y solo aparecieron 3 resultados de los cuales uno me vinculaba con una lista de descalificados para un examen de policía en Filipinas. ¡Coño ni sé dónde queda Filipinas! Ante la inconformidad decidí indagar sobre esta mujer que es 38millones de veces más importante que yo.
Veo algunas fotos de esta desconocida mujer. No la recuerdo muy bien. No creo que la haya visto en alguna calle de Bogotá, o que hallamos tomad un café juntos. No creo siquiera que esta vieja sea de este país, sin embargo por lo que veo tiene unas magníficas pokebolas y un trasero endemoniadamente jugoso. Mi búsqueda continua, bajo la página y veo como paulatinamente aparece en portadas de revistas que ni puta idea que existían. Aparentemente esta vieja es famosa.
Resulta que según la Wikipedia “Kimberly Noel "Kim" Kardashian (Los Ángeles, California; 21 de octubre de 1980) es una famosa, modelo, actriz, presentadora de televisión y socialité estadounidense.” En los primeros pasos de mi investigación parecía que esta mujer pintaba bastante bien. Temí que ella fuera a ser del mismo molde creado por Paris Hilton en el cual la brutalidad cobra un nuevo significado. Al ver la palabra “socialité” la intriga se agrando aún mas. –oh!, una nueva palabra- dije en voz alta. Esta palabra permitía darle click y sin dudarlo lo hice. Resulta que se refiere a una persona considerada como celebridad de gremio, local, nacional o internacional, caracterizada por sus habilidades para destacar en la sociedad. Continuando con la historia de la Kim (como afectuosamente me referiré a ella), encontré que es hija de un disque famoso abogado, que es de ascendencia Armenia.
Más adelante encontré lo que tanto temía… ¡MIERDA! La Kim comenzó a ser famosa a razón de su amistad con la Paris. ¡Noooo! Momento, dice que desde hace años terminaron su amistad. Fue justo en este momento en que aflora mi más sentido regionalista Norte Santandereano y digo “Que alivio tan arrecho mano”.
Wikipedia no arroja mucha información… Wikipedia arroja mucha información. Al continuar leyendo me entero que nuestra Kim protagonizo un video porno casero en el 2007, sin perder el tiempo lo busco. Semejante sorpresa me he llevado cuando por fin creo entender el origen de mi sueño húmedo. Resulta que hace años yo vi y disfrute de semejante obra del séptimo arte en la que el sexo era el guion. Fue agradable recordar la tarde aquella en la que lleno de una energía hormonal y sexual propias de un puberto desahogue mi estrés con una buena pajilla. Joder, sentí como se me estaba endureciendo el pepino. Decidí desahogar mi verano de varios meses con ese video.
Dejé el video y continúe mi investigación e google. Encuentro varias noticas sobre nuestra “kimsita” (ahora me refiero con mucho más cariño) en las que se afirma que ella saldrá en la portada de no sé qué revista, que Halle Berry detesta a mi Kimsita y que Justin Bibier promocionará una película con Kimsita. Ninguna de esas noticias me atrajo, de hecho, luego de ver la película mi interés por la Kimsita, por la Kim, por la Kardashian disminuyo hasta el punto de casi desaparecer totalmente.
Durante varias horas me olvide de ella. Volví a mi vida normal y aburrida. Pero justo en la noche cuando revisaba mi cuenta del Facebook tuve un escalofriante descubrimiento. Resulta que en la barra lateral derecha, en donde se hacen anuncios publicitarios había una foto de la Kimsita… -¡Dios mío!- fue lo que espete en ese momento. ¿Acaso ese mensaje publicitario liminal se había transformado en un mensaje subliminal y había entrado a mi mente? Aunque con dudas y miedos finalmente me decidí a entrar a esa página publicitada. Nada extraordinario, nada nuevo. Era ella anunciando la nueva temporada de noséqué reality.
Al final de toda esta navegación y aventura concluí que los medios ejercen un poder casi que omnipresente u omnipotente, no solo para vendernos ideas, sino también para meternos en la cabeza personas con las que jamás dialogaremos y aun así desearemos. A la larga la razón de mi sueño húmedo fue el bombardeo publicitario que estaba recibiendo de esta mujer a través del Facebook.
orale...
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