martes, 1 de febrero de 2011

Él, sin sentido.

Mi nombre es Martin. Tengo 23 años y voy en ultimo año de medicina. Hoy descubri que mi novia es bisexual, que se ha acostado con todas mis compañeras y amigas y por ello estoy aquí al borde de este puente para tirarme. Siento que mi vida entera ha sido una mentira, no hablo solamente por la traición de Silvana, esa no es la razón principal por la que me quiero suicidar. Mi abuelo decía que la vida es un estambre el cual uno debe ir desenrollando, pero en el proceso el hilo se enreda tanto que para poder continuar es mejor cortar ciertos nudos. Bueno, basta de metáforas absurdas, la vida es una mierda. En fin, creo que soy demasiado cobarde para morir hoy, mejor voy a casa a embriagarme.

Mi cara arde. Mi piel esta rezagante. Quiero seguir bebiendo de ese pútrido vino de hace días. Estoy solo en mi habitación… escucho las teclas hundirse y provocando sonidos estrafalarios. Los franceses son las personas más raras del mundo, son realmente rarísimos. Siete minutos y cuarenta y nueve segundos pensando una frase coherente que se ajuste al delirante andar nocturno de esas angelicales presencias demudadas y endemoniadas buscando una dosis furiosa. Bebo cantidades inimaginadas de vino sin copa. Escalas vienen… escalas van. Peleo con un sádico sodomizado. Hablo con el amor prodigo de mi vida. Sigo bebiendo vino. Me miro al espejo y encuentro a mi alter ego femenino, me percato que no soy más que un andrógino. Le vuelvo a dar play y de nuevo tengo siete minutos con cuarenta y no sé qué segundos. Derramo guijarros y escupitajos de mi boca y de mi vino en tu cuerpo, el líquido viscoso corre lentamente por entre tus tetas. Mierda, no contestas el celular y yo sin embargo sigo escuchando la misma boludes. Si te vas a argentina tráeme un poco de plata, de esa buena y refinada plata que explotaron hace 500 años. Y subes, y bajas, y vuelves a subir mientras gimes y te penetro estando ambos en la misma cama en la que te adulteraste en octubre 12. Y pasaron 3 o quizá 4 años desde que me dejaste en la esquina de tu cuadra. Cuando un niño ríe, un adulto llora. Y él, el mayor representante de mis suplicios me pregunta si en realidad me bese con la que ahora mal cataloga como su mujer. Gulla no entiende de realidades, para él nada tiene sentido real. Te sigo penetrando y ahora estamos sobre la cama de tu hermana. Tú me sigues diciendo que me amas y ya tienes un hijo con ese gordo carnicero. Hoy descubrí que un corcho saca mejor un clavo que otro clavo. Y bates el chocolate y yo corro sin cesar. Cesar es un alfeñique sin gracia que apenas sabe caminar y respirar. Vuelvo a poner la puta canción de siete minutos. Es un piano, es minimalista. Es una garganta asfixiada por el polvo de tus recuerdos inválidos. Rebeldía pura de amores sin mí, sin ti y sin el gordo, sin Danilo y sin Fernando Soto Aparicio. Celina es una puta no porque lo haya querido así, ella es una puta porque el mundo la empujo y estrujo sin mínima compasión. Los noventas fueron, o al menos se intentó ser una copia de los sesentas. Que muera John y Milena también. Que la arquitectura sea la madre de todos los vicios. Que la pereza sea beatificada sin revueltas en Egipto o explosiones en Sardinata. Que el noticiero deje de mentir tanto, los periodistas hablan mucha basura. Que los diarios de las adolescentes virginales sean el guion de alguna estúpida telenovela en la que actúen Efraim medina y paulo Coelho. Que el mundo se incendie bajo el mar. Estupefactos y chorreantes de babas por ver el pezón de una modelo aguileña. La luz blanca o tal vez amarilla sin repercusiones obscenas caen sobre el piso. Una guitarra gorda y bella, una guitarra que entona canciones de los Beatles. Canciones vacías y hechas para enamorar. La música pop es basura. El presidente es basura. El anarquismo es basura. Que ruede de nuevo la canción que he escuchado toda la noche. Tu ropa es basura. Tus ansias infinitas por tener un hijo… también es basura. Tiro al suelo mi computador, ya no soporto escribir mas y pensar que soy esclavo de la maquina insoluble. La pelota rueda hacia el lado equivocado de la cancha, no hay gol y todos celebran. Es la oda extraordinaria a los perdedores y a los ninguneados. Que las mejores mentes de su generación destruidas por la locura se peguen un tiro y dejen tanta alharaca. Que el hare hare krishan krishna y el mono se chuten un gramito de autoestima y dejen de ser tan influenciables. Que me deje de parpadear esa cosa amarilla en mis ojos. Quiero ser tu aborto de hoy. Quiero que el agua salga de las escuelas. Las sanguijuelas esmeradas en chuparte hasta morir no entienden de misericordia, mátalas y luego metete sus cadáveres por tu ano. Soy un tipo que no permite esperanzas ajenas. Soy un tipo, soy una mujer. Soy el sueño incorruptible de príncipe azul del que hable antes. Soy el que te estresa y de ama. Soy la morsa viva y muerta. No sé cómo llegue hasta acá no sé cómo voy a salir ni a donde voy, eso no me importa. En momentos de desinformación acuda a la estación de servicio más cercana, rompa el vidrio de emergencia y clávese un fragmento en el ojo. La naranja inquieta que te arrastro a las drogas hoy la he exprimido y vuelto mierda. Que tu “lesbianitis” no corrompa tus sueños. La sombrilla solo cubre tu pequeña mente y deja al descubierto el mundo entero. Y porque ya no quiero escribir más… dejare que ella/el siga montando blogs idiotas acerca de fotos inútiles y experiencias nada interesantes.

Como ayer se la paso derramando en prosa hoy si no va a decir nada.

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