domingo, 31 de octubre de 2010

272 palabras y la misma puta frustración.


¿Cuantas veces te he dicho mi deseo de que seas feliz?

¿Cuantas veces no te he dicho que vivas la vida más allá de mí y de nosotros?

¿Qué es querer, adorar y amar? ¿Cuál es la diferencia entre aquellas sublimes palabras?

Esta noche, hoy… podría escribir los versos más tristes. Estoy en un momento de mi vida en el cual me resulta en EXTREMO difícil pasar un día entero, que digo un día, un minuto sin pensarte… mientras vos estas con Él. No puedo, no quiero sentirme así. ¡NO!

Y mientras tú estás disfrutando de una vida en la que no encajo, yo estoy aquí clavado escribiéndote. Estoy aquí escuchando canción tras canción, algunas tuyo y mías, otras completamente nuevas pero todas bajo el mismo matiz melancólico y mordaz que apabulla mi alma.

Te extraño. Te extraño, te amo, te pienso, te trato de olvidar, trato de vivir mi día consiente de que por más que intente una y otra vez acercarme a ti y resucitar lo nuestro eso no ocurrirá. Trato de odiarte, trato de odiarme. Trato fumar mil cigarrillos por minuto. Liquidar mi hígado a punta de un fulminante alcohol de pésima calidad. Trato de drogarme para evitar tu galopante recuerdo en mi mente…

Quiero que regresemos, eso bien lo sabes… ambos acordamos un tiempo, pero mientras más esperamos más siento que nos perdemos en el indefinible zumbido de un sueño, de un mal sueño. Que la sentencia de muerte, esa cruel sentencia no sea la última frase clara y acentuada que tú me digas. Quiero vivir contigo el vértigo de la vida misma, por vos sos mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario