Al pensar en una mosca, normalmente se evoca algo fastidioso, desagradable y hasta sucio y repugnante. Conocido por todos es que estos animalitos son transmisores de enfermedades e infecciones por su agrado a la carne en descomposición y la materia fecal. Es difícil imaginar que estos dípteros motiven placer y gusto a alguien. Sin embargo, y aunque estos bichos no tengan un gran número de fans, en el video “Collar de moscas” cuyo autor es Bigas luna, vemos como una voz (de una mujer) manifiesta que alguna de sus compañeras de cuarto aprendió a cazar moscas e introducirles una aguja en el punto exacto para que estas no muriesen, y luego, confeccionar un collar de moscas vivas. Un fragmento que vale la pena rescatar y citar es: “…y se extasiaba con la celestial sensación del roce que las desesperadas patitas y las temblorosas alas producían en su piel.”
El cortometraje se presenta en blanco y negro. Solo vemos unos dedos manipulando estos insectos con lo que parece ser una aguja; existe la presencia de una voz femenina, y con duración de apenas un minuto. Ver vídeo
Según la opinión de varias personas que han visto el video, las imágenes mostradas son enfermizas y depravadas, carecen de utilidad y sentido práctico y muchos dijeron que es crueldad contra los animales. A primera vista esto podría ser válido, pero al ser sujetos con un cerebro “bien desarrollado” nos vemos obligados a ver más allá. Desde una mirada crítica del psicoanálisis, podríamos formular las tesis de que este cortometraje es una metáfora de la dualidad en la psique humana entre el placer y la racionalidad. Se exploraría lo que probablemente es un caso de psicopatología y por ultimo como lo inconsciente puede llegar a dominar los actos en lo cotidiano. Ya veremos el por qué.
Empezando, el mismo formato del video, al ser a blanco y negro, ya es un atisbo evidente de dualidad. Probablemente se ha escogido este formato para darle un matiz de abstracción y homogenización de la obra.
Resulta evidente la ausencia de cuerpos y rostros concretos. Presumimos que son dos personajes los que se manifiestan de dos maneras: la voz y los dedos. Según la aclaración que hace la voz, se infiere que dedos y voz pertenecen a seres distintos, sin embargo, no hay total certidumbre al respecto.
Ahora bien, bajo esta afirmación de incertidumbre valdría la pena atreverse y decir que ambas fuerzas (tanto voz como dedos) son parte del mismo ser, y que cada elemento corresponde de igual manera a un aspecto de la psique humana, así mismo como el cuarto podría ser una metáfora de la mente. O sea que la voz correspondería en un orden de ideas clásico y estereotipado a la conciencia, a la razón, lo humano; mientras que los dedos harán referencia más bien al tacto, el placer, lo inconsciente y por ende a lo animal. Interpretando lo anterior, se puede formular el siguiente aforismo “aunque se pretenda dividir la condición humana, al final todo hace parte de lo mismo.”
Para comprender mejor esta dualidad y correspondencia psíquica, se hará un análisis breve y concreto de cada elemento. En primer lugar, la voz (razón) en este caso hace una descripción particular y se ciñe exclusivamente al caso del collar de moscas; al ser algo “perturbador” para la mayoría de personas, este acto se destaca y es el único descrito en el video. El hecho de que la voz no haga critica alguna, sino que simplemente realiza la descripción del hecho, sugiere que el mismo ya era algo a lo que se estaba acostumbrado y por ende conscientemente aceptado. La aceptación se ve también reafirmada por el tono y volumen de la voz, la cual no refleja exaltación ni disgusto. Lo anterior sugiere que el consciente ha sido permeado por el inconsciente dando como resultado la legitimización del acto.
En cuanto a los dedos (el placer) hay varios elementos interesantes a destacar. El primero, el gusto por lo exótico que resulta empalar moscas da a entender que la persona halla cierto tedio respecto a lo cotidiano y busca un escape inusual. Segundo, cuando las moscas son atravesadas por la aguja, esta pasa por el punto exacto para que las moscas no mueran; aquí aparecen dos aspectos, “la aguja” y la no muerte de las moscas la cuales pueden interpretarse así: en primera instancia y según lacan, “la aguja” es una representación fálica por la falta de algún elemento o sentimiento de la mujer, dado a esto encuentra en “la aguja” el medio eficaz para suplir esta falta; en cuanto a la no muerte bien puede que la persona no quiera cargar con la culpa por el asesinato del ser vivo y por ende prefiera dejarla en un estado de “convalecencia” (esto indica la presencia de la voz consciente la cual pone barrera moral y social) , ó, puede ser que la persona disfrute del supuesto sufrimiento del ser vivo, siendo este caso una exteriorización de un deseo reprimido (en el sentido de ser guardado en lo más recóndito de la mente). Si analizamos este acto, las causas que lo motivan están censuradas y reprimidas; apelan a que algo estorba, a algo que establece un corte con lo conocido y que nos lleva a un mundo prohibido. Este acto del collar de moscas perfectamente puede ser una simbolización de un sucedo traumático vivido. Como tercer elemento al análisis, se halla: “…y se extasiaba con al celestial sensación del roce que las desesperadas patitas y las temblorosas alas producían en su piel.” Esta declaración se podría catalogar dentro de las parafilias como <
Es curioso notar que el personaje resulte ser una mujer; mas curioso es el simbolismo de las uñas largas y pintadas. Estos caracteres se pueden interpretar así: una primera idea es que la persona se crio en un contexto tradicionalista, ò, que vive en el. Esta idea refuerza la anterior mencionada acerca de la salida de lo cotidiano por medio de lo inusual. Otra hipótesis posible es que la conciencia hace presencia dentro de la depravada y hedonista inconsciencia de la mujer; esta apoyaría la permeabilidad que ambas fuerzas poseen entre si, diciéndolo de manera coloquial, “juntos pero no revueltos”. Finalmente para explicar por qué el personaje es mujer, se puede hacer sencilla alusión a lo fálico en cuanto a ausencia, dando como resultado la conveniencia de la presencia femenina.
Finalmente, pero no menos importante las moscas. El hecho de que sean moscas, no mosquitos ni abejas ni nada más, sugiere que esta elección se ha hecho siguiendo ciertas particularidades, producto de recuerdos reprimidos en la experiencia traumática. Al no conocer a la mujer, ni poseer más información, lo único que se me ocurre es que durante la experiencia las moscas jugaron un papel secundario en el entorno. Tal vez la mujer fue violada en un sitio donde había gran afluencia de estos animalillos. Por eso ella encuentra placer al “torturarlas”, sería una especie de “desquite” o venganza simbólica para con el agresor.
Es interesante el video en cuanto a la cantidad de elementos interpretables que se dan. Es “exagerado” el número de ideas que surgen con tan solo observarlo detenidamente. Para este escrito se ha intentado dar una reflexión psicoanalítica partiendo de unos fundamentos básicos y hasta paupérrimos dando así un punto de vista amateur. Podemos concluir de manera objetiva que posiblemente la intensión del autor a fin de cuentas era provocar un “vomito de ideas” y despertar en el espectador todo un mar de posibilidades imaginarias. Al final puede que todo lo que se ha analizado y expresado aquí no tenga nada que ver con las verdaderas presunciones de Bigas Luna. Tal vez, tanto escribir como leer esto ha sido tremenda pérdida de tiempo.
-Todo depende del ángulo y la luz con que se vean las cosas.
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