domingo, 20 de marzo de 2011

Del amor y el desamor.


El amor que no me deja caer, que no me deja fallecer.
El amor de ella que perdí y recuperé solo para volverlo a  perder.
El amor que siento por primera vez, el que sentí por última.
El amor que no me deja caer, pero que me mató.

Nunca pensé enamorarme tanto de alguien tan corrupto.
De alguien que aparentemente no justificara el riesgo.

El amor que ella me dio
                Y que yo desperdicie.
El amor envenenado que nos intoxico.
El que nos alentó,
el que nos encendió desde el interior.
El amor que ella me dio
                El amor que yo arruiné.

Los más desesperados luchan por encontrar el amor.
Las desesperadas masas aman para luchar.

Cuando  busqué su alma deshilachada,
                Cuando sus dedos me hablaron al oído.
Cuando su boca me miraba, cuando sus ojos me besaban.
El amor que no nos deja caer, el que nos hunde.
El amor infinito y lleno de gracia, no tiene ternura, sino inmundicia absurda.
El amor que siento por ella pero que ya no existe.
Por el enamoramiento que ya se acabó, por el amor que sigue vigente.
Por la fantasmagórica relación, ¿acaso amé demasiado?

No, el amor nunca da abasto. El amor nunca termina llenando, el amor nunca es suficiente.
Amar y odiar son la misma cara de la moneda, al otro lado sólo hay dos sujetos que se miran.

El amor que muere, para luego renacer al tiempo.
                               El amor como el fénix que se olvidó de revivir.

El amor que sirve como el hilo que zurce los corazones destrozados por el desamor.

 El amor que muere para renacer tiempo después.
El amor que siento por ella, pero que ella ya no siente por mí
                El que sigo sintiendo.



-----------------------------------------------------------------------------------------------------------


La puta y desmedida desgracia con la que vivo hoy no es más que el producto de mi propia imprudencia. No fui capaz de reaccionar de manera coherente ni razonable, no fui capaz de dar un sencillo y único paso y por el contrario asesine sin querer pero siendo consciente de ello al ser al que más he amado.

Apología al desdichado, en defensa de los pobres diablos como yo quienes actuaron ciegamente y jalaron del gatillo sin mirar el blanco ni la diana.

Arrepentimiento es lo único que trago constantemente en un intento desesperado por dar sentido a mis actos. Puta mierda.

Destruí el finito y casi inexistente lazo que nos mantenía… nos mate a ambos y mi espíritu nostálgico mueve los dedos con los que ahora escribo como si fueran marionetas.
Desgarro mis carnes con mis uñas, me flagelo el cuerpo para así castigar mi alma abyecta.
Maldita sea, ¿por qué sucedió así?

Quienes han descubierto sus venas sangrientas al intoxicado aire abrazador de una noche fría y cruel. Quienes hartos de la vida optaron por la cobardía impuesta de un cuchillo oxidado, como en mi caso, optaron por sacarse el ojo izquierdo con una cuchara oxidada.

Quienes perdieron a su amor no por culpa de las tres putas musarañas tuertas, ellos perdieron su amor a causa de su propio egoísmo.

Despilfarro de emociones potentes y vacías por igual, desparramadas como tiras de carne dejada a los buitres.

Su amor consistió en soportar mi hedor.
Su amor era más suavizaba mi dolor
Su amor eternizo mis crispados nervios
Porque si es amor, entonces se sufre.
Sin sufrimiento, no hay amor.
Si se sufre, se deforma el amor.

Porque ella y yo no pudimos tener un nosotros a causa de un él, y ella y él no fraguaron su ellos por culpa de mi yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario